Aviso a navegantes.

La Paz (Bolivia) - 22 julio 2014.

Parecía imposible, pero me han llegado las prisas. El 13 de agosto tengo el vuelo de vuelta desde Lima y haciendo cálculos, no llegaba pedaleando desde Uyuni, así que decidí tomar una guagua hasta La Paz y pedalear desde allí hasta Cusco -Perú-, donde termina mi aventura.

Durante el bus nocturno comencé a leer la Lonely Planet de Bolivia. Me pareció un poco exagerada las advertencias sobre inseguridad. Al llegar me fui a caminar por calles céntricas confiado de que un domingo a las 10 de la mañana no había peligro.

De repente, lo que había leído en la guía se fue cumpliendo paso por paso:

En un momento una turista me preguntó por una calle en su plano. Me dijo que era chilena pero su acento era raro. Seguimos hablando mientras caminábamos y, en breve, pasamos por un señor sin uniforme que se identificó como policía mostrándome su placa que llevaba en una cartera. Nos pidió nuestros pasaportes. La turista chilena le dio su pasaporte y yo le mostré una fotocopia del mío. Me dijo que tenía que llevar el original, pero de todas formas teníamos que pasar por el puesto de inmigración para sellar la fotocopia y el pasaporte de la otra turista. Ella me explicó que ya le había pasado lo mismo en Cochabamba -otra de las grandes ciudades de Bolivia- y que el trámite había sido rápido. Nos explicó el policía que inmigración estaba un poco lejos, así que iba a parar un taxi. Al cabo de unos segundos paró un taxi con solo una pegatina de taxi pero sin el letrero de taxi oficial en el techo -muy habitual por aquí-. La turista se metió inmediatamente en el taxi y el policía esperó a que yo subiera. En ese momento se me encendió una lucecita. Todo esto lo acababa de leer esa noche!!!! Me negué a subir. Le dije que él no tenia uniforme y que el taxi no era oficial. Afortunadamente no se puso violento. Se dio cuenta que los había descubierto. Disimuló diciéndome que igualmente tenia pasar en algún momento por inmigración para sellar la fotocopia, se metió en el taxi y se fueron los tres.

Entre tres intentaron un secuestro exprés. Si no hubiese leído la guía unas horas antes hubiese picado el anzuelo!!

El secuestro exprés suele consistir en retenerte hasta vaciar tu cuenta con tu tarjeta de crédito.
No obstante, he hablado con gente de fuera que vive aquí y me dicen que fue mala suerte, que en el día a día no es normal eso, que estuviese tranquilo.

Al final no pasó nada y me sirvió para poner los pies en el suelo y subir la guardia después de tanto tiempo en las montañas. Creo que fue hasta buena suerte el hecho de recibir esa advertencia.

Ese mismo domingo de mi llegada, por la noche, me sentí un poco resfriado y quise tomar una pastilla. Era ya tarde y aun no había comprado agua, así que tome agua del lavamanos como he hecho muchas veces en este viaje... hasta el martes no he parado de ir al baño. Todavía no estoy bien aunque mucho mejor que ayer. Ha sido la descomposición más fuerte de estos 7 meses. En este tiempo he seguido leyendo la guía y dice que el río que pasa por La Paz es el más contaminado de todo el país. He preguntado a la gente de aquí y me dicen que beben agua embotellada o hervida. Sé que la primera advertencia cuando se viaja a ciertos países es no beber agua de la llave -canilla- pero subestime el peligro tras varios meses tomando agua de los ríos, lagos, grifos, etc.

Por ahora La Paz no está siendo tan pacifica para mí. Hay gente que me pregunta si no tengo miedo en acampar en las montañas lejos de cualquier pueblo y yo siempre respondo que los riesgos están en las ciudades, como me ha quedado claro en La Paz.


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