A la sombra del Moai.

Santiago (Chile) - 13/May/2014 - 3730 Km.

Tras cuatro meses de viaje mi equipo empezaba a necesitar una revisión. Las alforjas tenían agujeros, al igual que mis botas (unas Merrell compradas en Enero!!!) así que lo de WaterResistent no era más que un recuerdo. Igualmente otro material necesitaba una renovación. Estaba en La Serena y decidí tomar un micro hasta Santiago (495 Km al sur) para ver la ciudad y hacer compras. Dejé la bici en La Serena, en el taller Cerro Grande, donde trabaja Carlos Ibarrola, un madrileño encantador que vino a probar fortuna con su polola (novia en chileno) y al que le dejé mi bici para una revisión general sabiendo que quedaba en buenas manos.
Santiago me gusta. Me parece agradable para ser una ciudad de unos 6 millones de habitantes. La gente es amable y la temperatura es perfecta. Es fácil orientarse y el metro ayuda mucho en las grandes distancias.

(Palacio de la Moneda, donde se ¿¿suicidó?? Allende)

El día que llegué me comentaron que los viajes a Isla de Pascua estaban baratos. Al día siguiente lo comprobé. Resulta que desde Tenerife lo había mirado y un billete Santiago-Isla de Pascua era carísimo, pero el mismo trayecto comprado desde Santiago costaba la mitad!!. Así que compré el billete de avión y me fui a la Polinesia!!

La Polinesia son las islas del Océano Pacífico que quedan en el interior del triángulo formado por Isla de Pascua (Chile), Hawai (USA) y Nueva Zelanda. En su centro está Tahiti (Francia). Geográficamente pertenecen a Oceanía.


La isla en sí me encantó. Me recordó a la isla de El Hierro. De punta a punta tiene 20 Km, es muy verde y volcánica, con tubos volcánicos y rompientes de malpaís (lava). En ocasiones la similitud con algunos paisajes canarios era tremenda. Lejos de pensar que para mí era lo habitual, me encantó volver a sentirme rodeado de océano. Además, es temporada baja por las lluvias y hay muy poco turismo. La vida aquí es muy tranquila, lo cual me recordaba más al Hierro.


La diferencia es la cultura Rapa Nui. Al contrario que en mi tierra canaria, en la Isla de Pascua subsistieron unos aborígenes con su cultura y su lengua. Todavía existen tensiones entre los Rapa Nui y los chilenos. Lo normal es que los extranjeros quedemos al margen de esa tensión.

La joya de la corona son los Moais.

Encuentro una cierta similitud entre los Moais y las puestas de sol. Habrá gente que no esté por la labor de perder su preciado tiempo para contemplarlas, mientras que para otros una puesta de sol puede ser un espectáculo único e irrepetible. La diferencia está en la cabeza de cada cual. Evidentemente yo soy del segundo grupo de personas y esto también me pasó con los Moais. Yo mismo me sorprendo porque suelo ser más tendente a embelesarme con la Naturaleza pero en este caso, cada Moai me fascinó. Me quedaba mirándolos durante un buen rato, disfrutando de su grandeza. Cada uno tiene su propia magia, lo que los convierten en únicos e irrepetibles.



Me dijeron que en 4 días veías toda la isla y es verdad, pero no te da tiempo para sentirla. Esta isla no es una isla para verla con prisas, pensando en pasar de un sitio a otro para sacarte una foto y seguir. Si no tuviese prisa por regresar a la bici y seguir hacia el norte antes de que me agarre el frío, hubiese cambiado el billete y alargado mi estancia en Rapa Nui. Esta isla hay que caminarla, hay que pedalearla. Yo sólo pude alquilar bici dos días porque no me daba el tiempo. Qué pena!!!

Al tomar el avión de vuelta coincidí con Angéle. Una francesa, artista y ciclista, que viene en solitario sobre su bici desde Bogotá hasta Santiago. Fue un regalo hablar con ella y tratar de absorber un poco de su valor y su disposición ante la vida. Llegaba a un lugar, sacaba sus pinturas y su lienzo y disfrutaba de lo que veía pintándolo. al acabar, le hacía una foto a su creación y la regalaba. Estoy seguro que el placer de pintar le compensaba el enorme esfuerzo de cargar esas pinturas por miles de kilómetros. ARTE efímero y en mayúsculas.

A la vuelta al Continente, fui a visitar Valparaiso. Una ciudad costera y bonita, llena del colorido de sus grafitis y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


Mañana tomo un micro a La Serena. Espero que mi bici y mis cosas estén bien y pueda partir antes del fin de semana hacia Copiapó, desde donde podré afrontar el segundo gran Paso de los Andes. El Paso San Francisco de 4700 msnm y con unos 100 Km llaneando por ripio a una altitud de 4200 m y muy cerca del Nevado Ojos del Salado de 6891 msnm, el volcán activo más alto del mundo. Espero que el viento, al menos, no esté en mi contra.

Maurúru (Gracias en Rapa Nui)
Iorána (Adiós en Rapa Nui)

1 comentario:

  1. Wow!!! Conoces mejor mi pais q yo!! Te felicito! !!!
    Que alegria saber q estas bien... un abrazo y un muak!

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